SCIARRINO

Variazioni, Allegoria della notte, Frammento e Adagio, Morte di Borromini, I fuochi oltre la ragione, Recitativo oscuro, Il suono e il tacere, Shadow of sound

Kairos 0012802KAI

Las Variazioni, para cello y orquesta, son un testimonio claro, dentro de este triple CD que el sello Kairos dedica a la obra para orquesta de Salvatore Sciarrino, de la manera de configurar el tejido sonoro por este autor, siempre más atento a los ecos y las resonancias que a las sonoridades poderosas. Sciarrino, como Feldman y Nono, plantea el discurso de manera que sean la espera y la incertidumbre los elementos fundamentales en la escucha. La expectación ante un suceso que habrá de llegar, ante una explosión que tendrá que ocurrir, hacen de la recepción de la obra de Sciarrino uno de sus principales atractivos. Las Variazioni imponían ya, en 1974, esa forma de combinar sonidos aleteantes y aquí, como en las dos piezas siguientes del disco, Sciarrino se aleja de las convenciones del concierto con solista para ahondar en su especial sonoridad apagada. El juego que hace el italiano de la cita (temas de Mendelssohn en Allegoria della notte) no tiene nada que ver con las irrupciones sarcásticas que hace un Lachenmann de materiales ajenos en sus obras. Al contrario, Sciarrino despoja al clásico de notas y lo ofrece rodeado de un aura de silencios. El afán por detener el fluir del tiempo es otra de las obsesiones del músico y lo hace a partir de una paleta que tiene mucho que ver con el impresionismo. Como cierto Debussy o el Feldman para piano, Sciarrino orna el discurso de silencios y de sonidos mantenidos, con lo que obtiene fragmentos de tiempo suspendido, mucho mejor cuando la duración se hace extrema, como en las dos piezas que cubren el segundo CD, Morte di Borromini y I fuochi oltre la ragione. La tensión deviene de esa paralización de la secuencia, que es lo que prevalece en Morte, obra de gran morbidez, donde Sciarrino recurre a una de sus constantes, el tema del suicidio, en este caso, el del arquitecto Borromini. La pieza se acompaña de un recitado en donde se hace lectura del texto que dictara Borromini a su médico la víspera de su muerte.

El triple CD, servido con una interpretación modélica por los músicos de la RAI, a los que no se les escapa ninguno de los ínfimos detalles de esta música, presenta las nueve obras orquestales por orden cronológico (desde 1974 hasta 2005), con lo que facilita al receptor el poder comparar las distintas épocas. El resultado es que, tras el impresionismo encubierto de las primeras obras, como Allegoria o Frammento, tan etéreas como algo inconsistentes en su estructura (se preferirán aquí las piezas de cámara o dramáticas de esa misma época, como Introduzione all’oscuro), se erigen como mayores logros las extensas Morte di Borromini y I fuochi oltre la regione, mientras que las obras que cierran el ciclo, Recitativo oscuro, Il suogno y Shadow of sound (de 2005), están menos cargadas de sustancia, pues el estilo torna a cierto amaneramiento. 

Francisco Ramos