FERRARI
Visage 2, Après presque rien, Madame de Shanghai
Musiques Nouvelles. Art Zoyd. Scottish Flute Trio.
Mode 228 (Diverdi). 2006. 70’. DDD. N PN
E
CASI NADA CON CHICAS
De todos los compositores que coinciden en los cursos de Darmstadt, Luc Ferrari es, junto a Cornelius Cardew, el más excéntrico, el más díscolo. En aquellos años 50, Ferrari (n. 1929-2005), a la hora de optar entre las clases de serialismo integral y el salir con chicas, según sus propias palabras, “prefería esto último”. No por causalidad, una de las obsesiones de Ferrari será plasmar, en muchas de sus piezas, su admiración por las mujeres (Chansons pour le corps, Danses organiques); la misma serie de los Presque rien toma el título, en la versión 3ª, de Presque rien avec filles. A diferencia de sus colegas en los cursos de la ciudad alemana, preocupados por problemas de lenguaje y decididos a ocupar un puesto en la historia de la música, a Ferrari no le interesa la academia, despojando su música de todo afán especulativo. Es por eso que sus obras dan la sensación de estar pegadas a la tierra, a lo cotidiano, transitando siempre un espacio sonoro difícil de catalogar, pues tanto hay en él de instrumental y de improvisación como de inspiración electroacústica y de trabajo sobre la palabra, en los sonidos de la calle. Espíritu libre y autor de una obra en la que abundan las piezas de un encanto indecible, de Ferrari hay una generosa muestra de su música en la fonografía, presente en muy variados sellos. Al menos pueden considerarse de interés hasta doce referencias discográficas. La última en llegar al mercado es esta entrega del sello Mode, conteniendo un programa variado, en donde es muy fácil tener una idea de la diversidad del estilo de Ferrari, desde una pieza primeriza, Visage 2, para metales y percusión, en la que es discernible el uso de la técnica serial, pero siempre a partir de una coloración instrumental que la hace diferente, atractiva, hasta el ingenioso montaje de Madame de Shanghai (suerte de banda sonora imaginaria, a partir de la película de Welles), pasando por la que es la pieza fuerte del programa, una de las versiones de los Presque rien, aquí subtitulada Après presque rien, que tiene, como factor de choque, una interrupción del flujo instrumental, hacia los 10 minutos de la pieza, para insertarse otro tejido sonoro, el que se halla en una cinta que recoge grabaciones del entorno. Ocurre que, en Ferrari, este tipo de trabajos multidisciplinares, en los que cabe música instrumental, muchas veces de tipo vortuosístico, como es en este caso, y cortes con sonidos tomados del exterior, con ruidos de pasos y conversaciones tomadas al azar, se convierte en marca de la casa. Si todo ello está servido por una agrupación como Musiques Nouvelles, especializada en este tipo de proyectos y la colaboración del grupo electrónico Art Zoyd, el resultado es tan refrescante como en otras piezas del catálogo de Ferrari, como Et tournent les sons o Cellule 73, en las que el sentido de la improvisación hace que la escucha sea siempre motivo para el disfrute.
Francisco Ramos