La originalidad de la aportación de Aperghis reside en sus principales campos de trabajo desde los años 70: el teatro musical (que le ha llevado desde propuestas casi conceptuales como Die Hamletmaschine o Machinations a espectáculos dirigidos al público infantil como la espléndida Petit chaperon rouge) y, de ahí, el desarrollo de una particular y característica técnica de composición vocal. Sin embargo, la obra a la que vamos a dedicar nuestro análisis, si bien participa de manera obvia de estas dos grandes líneas maestras en la producción de Aperghis, añade un nuevo y enorme campo de trabajo en el cual vamos a centrar gran parte de nuestro estudio.
Luis Vera nace en Ciudad Real en 1988. Es Titulado Superior en Composición por el Conservatorio Superior de Música de Aragón, cursando estos estudios con profesores como José Manuel López López, José María Sánchez Verdú, Agustín Charles, Nacho de Paz o Héctor Parra, y Licenciado en Matemáticas por la Universidad de Zaragoza. Como complemento a su formación musical asiste además a cursos impartidos por Salvatore Sciarrino, Georges Aperghis, Helmut Lachenmann, Philippe Hurel, Ivan Fedele, Luis de Pablo y Joan Guinjoan, entre otros. Obtiene en 2007 el Premio Extraordinario de Grado Medio de Castilla-La Mancha en la especialidad de Composición. Recientemente ha publicado en la revista Matgazine (no.4, marzo de 2013) el artículo “La ciencia de las cantidades discretas”, donde explora la concepción embrionaria de la teoría musical griega. Actualmente trabaja en la Technische Universität Berlin, participando en proyectos de visualización y “sonificación” de estructuras matemáticas, y completando simultáneamente el Master en Matemáticas en dicha universidad.