Posibilidad y realidad en la obra de Dmitri Kourliandski. Carlos Porras García

 

En “El Rey Lear”, Shakespeare introduce al espectador en un falso precedente y le hace creer que se asiste a un pomposo evento familiar en el que todo puede ocurrir. Sin embargo, la fatal decisión del monarca empuja tanto a los demás personajes como a sí mismo hacia una situación que genera momentos concatenados. Siempre iba a suceder ese conflicto. Incluso cuando ya uno conoce la obra de memoria, siempre estaba a punto de suceder y también siempre parecía que había alternativas de que ocurriese otra cosa. Tenemos a un lado el texto y, al otro lado, los eventos cuya
organización mutua puede alejarse momentáneamente de nuestra comprensión.
Esta sensación es tardía para el autor de la obra, que se encuentra inmerso en el proceso de creación y, como es habitual en una época tan plural como la nuestra, está abrumado por la inmensa cantidad de posibilidades que le ofrece el folio.
“Si la cosa puede ocurrir en el estado de cosas, la posibilidad del estado de cosas tiene que venir ya prejuzgada en la cosa” (Wittgenstein, Tractatus 2.012)1. Es esto, quizá, lo que más sobrecoge al autor de una obra, esto es, ¿cómo dotar su mano de coherencia para aproximar su creación al entramado lógico?

Ver artículo en pdf

Carlos Porras García es licenciado en la Facultad de Traducción e Interpretación por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Actualmente es profesor en la Universidad Estatal Rusa de Humanidades (Moscú).