El presente trabajo pretende exponer el concepto de “rizoma”, acuñado por los filósofos franceses Gilles Deleuze y Félix Guattari en su obra conjunta Capitalismo y esquizofrenia (concretamente en el segundo de sus dos volúmenes, titulado Mil mesetas de 1980). Este concepto pretende explicar tres grandes formas que ha tenido el ser humano de entender la realidad y el conocimiento, tres tipos de estructuras del mundo y del saber que conectaremos en este trabajo a través de algunas propuestas estéticas y estilísticas del arte en general y de la música en particular; para así poner de manifiesto cómo la manera en que el ser humano y el creador se acercan a la realidad y la observan es una causa directa de cómo construye y comunica el arte e incluso de lo que éste significa o representa. El punto de llegada de estos autores es la manera actual de entender el conocimiento, la comunicación y las estructuras sociales: la estructura en red. Este tipo de representación supone, por tanto, una crítica de las dos formas anteriores de jerarquizar el saber porque para ellos son reduccionistas y lineales, fin con el que elaboran su discurso y que desarrollaremos en este artículo.
Tras exponer estas ideas, pretendemos relacionarlas, como anticipábamos, con tres vías principales de entender la música como concepto amplio que se han dado a lo largo de la historia; para lo que se irá proponiendo dentro del texto una línea temporal general de la historia de la música occidental de acuerdo a estos tres ejes derivados del concepto del rizoma. Desde este punto de vista, no analizaremos en profundidad estéticas concretas, estilos musicales o cuestiones de lenguaje, sino que estos parámetros solo nos ofrecerán pistas y argumentos para definir, en un sentido más amplio, de qué modo se organiza el pensamiento en torno a la creación musical.
JOSÉ MANUEL MARTÍNEZ DE LA TORRE (Jaén, 1987) es compositor y musicólogo titulado por el CSM Manuel Castillo de Sevilla. Como compositor, manifiesta un interés creciente por la interdisciplinariedad y el concepto del espacio. En 2011 colaboró con los fondos musicales electroacústicos de la pieza teatral “Ensayo sobre uno mismo” de Raúl Pérez, seleccionada en el Festival International et Universitaire des Arts de la Scène de l’Artois, y para el 26 Festival Interuniversitario del Espectáculo Vivo de Lille, en Francia; representada con éxito en ambas ciudades. Un año después, de nuevo en el Festival de Artois, compone también un fondo electroacústico para la obra Nasz Dom de la polaca Nana Cwujdzinska y el francés Remy Cartier.
Desde 2012 es el encargado de la producción y soporte electroacústico del ensemble vocal sevillano ProyectoEle. Su primer proyecto en colaboración, “Chansons”, se estrena el 21 de octubre en Sevilla y le siguen “Dream” (dirigido por Michael Thomas), “Nordavind”, “Litany for the soul”, “…but listen”, “4”, “La luz vislumbrada”, “De mitos y sortilegios” y “Dadá music room” (en el que estrena dos obras propias para voz y electrónica como B.S.O. para dos cortometrajes dadístas).
En 2017 fue seleccionado para el curso de composición Cátedra Manuel de Falla, con Leo Brouwer como profesor invitado y Taller sonoro como ensemble residente, que estrenaron en Cádiz la obra Sillage, Op. 50 para violin y piano.
Como musicólogo, sus estudios se centran en el estudio del espacio y el ritual de concierto, rompiendo con los paradigmas tradicionales que considera elementos de distorsión en el proceso comunicativo del arte. Sus propuestas estéticas consideran que la obra artística existe en el momento de la interacción con el receptor (en la experiencia sensorial) y que es a éste a quién corresponde completar el significado semántico que el arte por sí mismo en su representación física no tiene por qué tener.
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